NOTA: Para mantener el apio fresco en casa, guárdelo en el refrigerador, preferiblemente en el cajón de verduras. Para una frescura óptima, envuelva los tallos de apio en papel de aluminio, que ayuda a retener la humedad sin hacer que se empapen. Alternativamente, puede colocar los tallos en un recipiente con una pequeña cantidad de agua, cubriendo el fondo, para mantenerlos hidratados. Asegúrese de cambiar el agua cada pocos días. Si ya ha cortado el apio, envuelva los trozos en una toalla de papel húmeda y guárdelos en una bolsa de plástico sellada. Esto ayudará a mantenerlos crujientes hasta por una semana.
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El apio puede ser un vegetal que a menudo se pasa por alto, pero es un verdadero poder de cocina que debería tener un lugar regular en la planificación de sus comidas. Ya sea que desee agregar un toque crujiente refrescante a las ensaladas, una profundidad sabrosa a las sopas o un refrigerio saludable para los niños, el apio está a la altura de la tarea. En esta publicación del blog, analizaremos las distintas formas de cocinar con apio y ofreceremos consejos útiles, recetas sencillas e ideas creativas para incorporar esta verdura económica en comidas familiares. ¡Aprovechemos la versatilidad del apio y convirtámoslo en un alimento básico en su cocina!
Por qué el apio es una excelente opción para su familia
El apio puede parecer una verdura humilde, pero tiene un gran poder nutricional. Estas son algunas de las razones por las que el apio es una excelente incorporación a las comidas de su familia:
Bajo en calorías: el apio es naturalmente bajo en calorías, lo que lo convierte en un refrigerio ideal tanto para usted como para sus hijos. Es una excelente manera de agregar volumen a las comidas sin contribuir a una ingesta excesiva de calorías.
Alto en fibra: el apio es una excelente fuente de fibra dietética, que es esencial para la salud digestiva. Comer suficiente fibra ayuda y favorece la salud intestinal en general, especialmente importante para los niños en crecimiento.
Rico en vitaminas y minerales: el apio contiene una variedad de vitaminas y minerales esenciales, que incluyen vitamina K, vitamina C, potasio y ácido fólico. Estos nutrientes desempeñan un papel fundamental en el fortalecimiento de la inmunidad, el apoyo a la salud ósea y la promoción del funcionamiento saludable de las células.
Hidratante: Compuesto por un 95 % de agua, el apio ayuda a mantenerte a ti y a tu familia hidratados, lo que lo convierte en un excelente refrigerio en los días calurosos o como un complemento refrescante para las comidas.
Cómo utilizar el apio en tus comidas
El apio es increíblemente versátil y se puede añadir a varios platos. A continuación, se ofrecen algunas ideas para incorporar el apio a la dieta de tu familia:
Snacks: Corta el apio en palitos y combínalos con hummus, mantequilla de maní o queso para obtener un refrigerio sabroso y saludable.
Sopas y guisos: El apio es un ingrediente clásico en sopas, guisos y caldos. Su sabor suave añade profundidad y textura a estos platos, lo que lo convierte en una excelente verdura base.
Ensaladas: Añade apio fresco picado a las ensaladas para obtener un toque crujiente y satisfactorio. Combina bien con una variedad de verduras, tomates y otras verduras.
Batidos: el apio se puede mezclar en batidos para obtener un aporte adicional de nutrientes e hidratación, especialmente cuando se mezcla con frutas como manzanas, plátanos o bayas.
Salteados: saltea el apio con otras verduras como zanahorias, cebollas y pimientos morrones para obtener una guarnición rápida y sabrosa.
Cómo almacenar el apio para mantenerlo fresco
El apio es una verdura que puede echarse a perder rápidamente si no se almacena correctamente. A continuación, se ofrecen algunos consejos para garantizar que el apio se mantenga fresco durante más tiempo:
Envuélvelo en papel de aluminio: envuelve bien los tallos de apio en papel de aluminio antes de guardarlos en el refrigerador. Esto ayuda a mantener su humedad y su textura crujiente.
Almacenamiento en agua: para una mayor longevidad, coloca el apio en un frasco o recipiente con una pequeña cantidad de agua en el fondo, asegurándote de que los tallos estén sumergidos. Cambia el agua cada pocos días para mantener el apio fresco.
Congelación del apio: si descubres que no utilizarás el apio a tiempo, también puedes congelarlo. Simplemente píquelo, blanquéelo en agua hirviendo durante unos minutos y guárdelo en una bolsa apta para el congelador.
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